En sexología se aborda el problema de la disfunción eréctil (DE) integrando aspectos biológicos, psicológicos y socioeducativos, teniendo como referencia la salud sexual de la persona.
Ayuda psicológica para mejorar la salud sexual
Tradicionalmente, los factores etiológicos se han clasificado como orgánicos, psicógenos o mixtos, lo que llevó a que se hablara de disfunciones eréctiles orgánicas, psicógenas o mixtas.
Ésta es una forma de clasificar que resulta relativamente útil organizar la intervención, si bien es absolutamente arbitraria. La terapia sexual es una forma especializada de psicoterapia. La esencia del enfoque sexoterapéutico es la integración.
Terapia psicológica
La integración implica el uso tanto de los recursos médicos (esencialmente la farmacoterapia) como la psicoterapia e integra enfoques cognitivo-conductuales y psicodinámicos.
El sexólogo clínico (o terapeuta sexual) en función de su formación de base, médico o psicólogo, y de su formación especializada en sexología, utiliza más o menos ampliamente el conjunto de recursos disponibles. Hay que considerar que los psicólogos-sexólogos, por ley, no tienen acceso a recursos farmacológicos ni quirúrgicos, inherentes a una formación médica. Por otro lado, los médicos-sexólogos, en muchas ocasiones, carecen de una formación amplia en psicoterapia por lo que podría resultar ineficaz su intervención en la impotencia o disfunción cuando obedece a causas psicológicas más profundas.
La experiencia ha demostrado que en la actualidad y con los recursos farmacológicos disponibles, el abordaje de las disfunciones sexuales es más de carácter médico que psicológico. Aunque la experiencia también dice que en determinadas patologías como la eyaculación precoz, la disfunción eréctil de tipo psicógeno, la falta de deseo psicógeno, es necesario e incluso conveniente un abordaje dual medico-psicológico, para asegurarse una resolución satisfactoria.
Solicite el asesoramiento de un especialista